En esta ocasión me traslado a un antiguo Zoo – Circo, que ya
lleva unos cuantos añitos desaparecido, y olvidado en los brazos del tiempo.
Algunos de los muñecos los he vuelto a ver en otros lugares, y bastante lejos
del lugar donde fueron inmortalizados.
Es uno de aquellos lugares, que te hace rejuvenecer mientras
paseas por dentro, y llegas a edad de tu infancia con la misma emoción, aquella
que está anclada en tu inconsciente, cuando te llevaban al circo y veías los
animales y payasos. Esa emoción es resucitada, mientras paseas por dentro de lo
que queda de sus instalaciones.
Espero que lo disfrutéis.
Lo conozco . Vivo por la zona.
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