Perdida en el tiempo se encuentra esta clínica donde se practicaba la medicina privada.
Ahora solo queda el dolor de los recuerdos al ver un antes esplendoroso, y un penoso después debido al paso del tiempo.
Todas las paredes huelen a la tortura producida por la humedad y el tiempo, y base al rocío de la mañana y la lluvia de la tarde con la ayuda de las estaciones han conseguido que los techos empiecen a desplomarse, dando su aspecto actual de dolor.