Aunque esta vez es una visita con permiso, estos túneles estuvieron
muchos años abandonados, y la anécdota que traen consigo pesó más que el hecho
de ser una visita concertada.
Resulta que uno de los asistentes era una persona muy mayor,
y nos decía como se vivía y lo que se hacía en cada estancia, si esta era la cámara
de espera, esta es la enfermería, este es la guardería, esta curva es para
evitar la
metralla….. etc. etc.
De pronto, vi que el hombre, ya mayor, se sentaba en uno de los bancos de piedra, yo creía que estaba cansado de andar, cuando de repente se echó a llorar desconsoladamente, cuando le pregunte si se encontraba bien, entre
sollozos me dijo:
metralla….. etc. etc.
De pronto, vi que el hombre, ya mayor, se sentaba en uno de los bancos de piedra, yo creía que estaba cansado de andar, cuando de repente se echó a llorar desconsoladamente, cuando le pregunte si se encontraba bien, entre
sollozos me dijo:
-Mire joven, hacía muchos años que no entraba en este
refugio, este era
nuestro refugio, y mi hermana perdió la vida aquí.
Quede en silencio, y el sentimiento de pérdida y desesperación
se me contagio. Espero que disfruten de las cuatro fotos de este lugar.