Mansión vieja y abandonada,
que tus salones están llenos de vacío,
y tus bodegas abunda de polvo.
Quién antaño bajaba por tus peldaños, a los salones?
Que contenían tus toneles, barriles y tinas?
Que con tanto celo en tus bodegas escondías.
Y en tus muros al Amo, separabas del obrero,
cuando el patrón seguro en tu sala de juegos
la plata y el oro juntaba.
Enorme cocina de ricas viandas surtida,
ahora aun en tu ruina,
el aroma de manjares todavía predomina.