Perdida entre el mar y la montaña se encuentra esta
maravilla, de nuestra etapa colonial, de cuando los padres de nuestros abuelos partían
para hacer “Las Americas” llenos de ilusión y esperanzas, aunque muy pocos
regresaban con los sueños cumplidos y la bolsa llena de dineros.
Pues este fue el caso de uno de ellos el cual mando construir esta
señorial casa, que ha podido aguantar tormentas herencias rencillas, pero ¿podrá
salvarse de la brutal especulación de nuestros días?, y podrá resistir a ¿las hordas
de los chatarreros grafiteros y vándalos? que solo saben romper por romper.